
Un noble pidió a Takuan, un maestro zen, que le indicara alguna forma de pasar el tiempo. Sentía que sus días se le hacían demasiado largos en su despacho, sentado rígidamente para recibir el homenaje de otros.
Takuan escribió ocho caracteres chinos y se los dio al hombre
No habrá dos como este día.
El día más pequeño es como la joya más grande.
Este día no volverá.
Cada minuto vale lo que una joya sin precio.